Las opiniones no son algo que debemos tomarnos
a la ligera. Lo que pensemos, es, básicamente lo que nos define y nos distingue
del resto. Las opinión es algo que hay que entrenar y, a ser posible, no
hacerla hermética, ya que esto empuja más a la ignorancia que a tener una buena
crítica.
¿Por qué es tan importante la opinión? La
respuesta a esta pregunta se remonta a la Grecia clásica, donde algunos
filósofos extendieron la alfombra roja al pensamiento humano. Ya Sócrates era
consciente de que la mente era capaz de concebir algo propio y único, marcado
por la persona, igual que los genes marcan a un bebé. La opinión, el
pensamiento. Para que realmente sea único, evidentemente debe estar engendrado
por nosotros mismos. No podemos dar una opinión sin pensar, esto haría perder
la propia definición de opinión, y no es lo que queremos. Si hoy día hay un
problema, es que hay mucha gente que da opiniones que ha escuchado de otros y
ni las piensa, sólo las suelta para quedar de maravilla sin tener ni idea del
tema. Es clave apoyarse en opiniones ajenas para crear la propia, pero oye, sin
pasarse, que hay gente que escupe lo que traga de otras bocas, sin ni siquiera
pararse a masticar un poco. Hay que aprender a digerir lo que escuchamos,
leemos y vemos, y para eso, necesitamos echar tiempo y, sobre todo, ganas de
aportar algo útil a la sociedad.
Y sigo insistiendo en que debemos escuchar a
los demás, ya que nuestra opinión es tan válida como cualquier otra. Por eso es
una opinión. No hay nada más repulsivo que una persona tan segura de lo que
piensa, que te tira las palabras a la cara, que aunque tú digas algo, como si
nada. Por un oído entra y por otro sale. Cabezotas se llaman, y son tan
terribles como los que no piensan por sí mismos. Precisamente, la chispa de la
crítica es llegar al equilibrio entre defender lo que piensas y enriquecerse
con lo que los demás opinan. Para decir lo que pensamos sobre un tema tenemos
que informarnos y documentarnos bien para no meter la pata, y por supuesto
concienciarnos de que nuestra idea va a ser refutada y de que aunque a algunos
les cueste admitirlo, se puede estar algo equivocados.
Si hay algo que está claro, es que para tener un buen concepto de la
realidad y ser dignos de llamarnos personas críticas, la clave está en
intercambiar las opiniones como cromos, que aunque algunos nos gusten, hay que
tenerlos en la colección.
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